Cuba conmemora el Día Internacional de la Mujer sin autorización gubernamental para realizar marchas reivindicativas -como sí sucede en otros países de la región en esta jornada- y con las «felicitaciones» a las insulares de distintos organismos oficiales.

La isla llega al 8M con 16 feminicidios confirmados en lo que va de año, según las organizaciones independientes Yo Sí te Creo en Cuba (YSTC) y la revista especializada Alas Tensas. Este registro -no existen cifras oficiales- arroja una media de dos asesinatos machistas por semana.

A pesar de que estos casos no suelen ser publicados en la prensa estatal, estos aparecen cada vez con mayor frecuencia en los medios no oficiales, lo que ha puesto progresivamente en el centro el debate el machismo estructural y la violencia machista.

«La inacción del Estado se mantiene, sin embargo, la ciudadanía está respondiendo de forma más proactiva ante la violencia de género», declararon a EFE las activistas de YSTC, que pidieron ser citadas de forma colectiva y mantener su anonimato.

La falta de permiso del Gobierno a las plataformas feministas independientes para las marchas las ha llevado a realizar una «manifestación virtual» en redes sociales, en la que se expusieron sus principales reivindicaciones, de la ley integral de violencia machista a la puesta en marcha de refugios para sus víctimas.

Las marchas convocadas por organismos fuera de la órbita estatal no son habituales en Cuba, pese a que están reconocidas como un derecho constitucional.

«Estamos en una situación de denuncia sobre los derechos de más mujeres: por primera vez se está reportando un subregistro de dos feminicidios por semana, lo que es alarmante y preocupante en solo dos meses del año», refirieron estas activistas.

Y agregaron: «El 8 de marzo siempre ha sido un día para reivindicar derechos y no para celebrar».

Es por ello que reclaman además «la declaración del Estado de Emergencia por Violencia de Género» y lamentaron no ser escuchadas por el Gobierno.

Tras su solicitud fallida por «los canales correspondientes» para marchar este 8 de marzo, las feministas independientes denunciaron que fueron «reprimidas»: varias activistas que pidieron en enero el permiso para marchar denunciaron haber sido detenidas e interrogadas.

LARGO CAMINO POR RECORRER

Desde antes de la mitad del siglo pasado, la lucha feminista cubana ha conquistado un abanico de derechos incluso mucho tiempo antes que los países de su entorno.

Por ejemplo, el sufragio femenino (desde 1934), el trabajo, disponer de sus propios bienes (Constitución de 1940), el aborto (despenalizado en 1965), e incluso el divorcio.

Cuba es hoy el segundo país con mayor proporción de mujeres en el Parlamento (53,4 %), sólo superado por Ruanda (61,3 %), según la Unión Interparlamentaria.

Además, del 60 % de los graduados universitarios son mujeres y su presencia es mayoritaria en sectores como Salud (68,5 %) y Educación (66,3 %), de acuerdo con los datos oficiales.

Sin embargo, para la abogada cubana Alina Herrera la presencia femenina «no garantiza ipso facto la calidad de la gestión política», según apuntó a EFE.

«La paridad debe acompañarse de otras políticas que transformen las bases de esa representación y que las mujeres de los sectores populares o periféricos puedan también acceder a esos cargos o, sobre todo, puedan incidir en la toma de decisiones», agregó.

EMPODERAMIENTO EN CRISIS

Pese a la narrativa del «derecho ya ganado», la práctica muestra los elevados niveles de desigualdad entre hombres y mujeres en el país.

Una encuesta de 2016 a 20.000 personas de entre 15 y 74 años identificó que las cubanas dedican 14 horas más a las tareas del hogar, incluso cuando tienen otro trabajo.

Además, los «oficios adecuados» para ellas cubanas eran, según la mayoría, «secretaria, auxiliar de limpieza, enfermera, cuidadora de otras personas, maestra de niños preescolares y dirigente de alto nivel».

La encuesta subrayó que apenas el 3,7 % de las víctimas de violencia machista solicitó ayuda y que la violencia psicológica prevalece por encima de la económica, la física y la sexual.

BRECHAS

La profesora de la cátedra de Comunicación y Género del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, Sara Más, dijo a EFE que «las cubanas tienen leyes a su favor y se han empoderado, pero viven en una sociedad machista, en el fuego cruzado de las dependencias emocionales y económicas».

«Las brechas de desigualdad se han acentuado», subrayó, por su parte, Herrera.

La experta consideró que la situación actual por la que atraviesa Cuba es un reto ya que «las crisis reposan sobre las espaldas de las mujeres y son a las primeras a las que les impactan desfavorablemente sus efectos».

Añadió que «por esos roles tradicionales de género, nos encontramos siempre frente al reto de reproducir la vida aún en condiciones de extrema precarización (alimentar, higienizar, curar, cuidar, y hoy también hablamos de proveer)».

DESAFÍOS

La secretaria de la oficialista Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Teresa Amarelle, reconoció el sábado último que persisten «desafíos» para alcanzar la igualdad, mientras llamó a atender con «integralidad» la violencia de género.

La funcionaria agregó que «la FMC continuará la vigilancia y el perfeccionamiento de protocolos para la atención y el apoyo a las víctimas».

Reconoció como «hechos violentos que han causado la muerte de féminas en la isla» e insistió en «la disposición del país de aplicar la ley con el mayor rigor, en todos los casos, para que nadie piense que quedará impune».