El Banco Nacional de Cuba (BNC) apelará el fallo del tribunal británico que desestimó al fondo inversor CRF como acreedor del Estado cubano para el cobro de 72 millones de euros en deuda, informó este miércoles el ministro cubano de Justicia, Oscar Silvera.
«Existen documentos que prueban las intenciones de dañar al país y de afectar los flujos financieros de la economía cubana», indicó Silvera en una rueda de prensa para medios oficiales, según recogió la agencia Prensa Latina.
El ministro agregó que considera que «la actuación del fondo buitre» fue «de mala fe».
Subrayó que «Cuba es inmune a la jurisdicción inglesa y no tiene obligación de responder con su patrimonio ante la demanda, CRF no es acreedor del Estado cubano, por lo que Cuba queda fuera del pleito».
El fallo la víspera del tribunal británico desestimó al fondo inversor CRF como acreedor del Estado cubano para el cobro de 72 millones de euros (78 millones de dólares) en deuda soberana de préstamos suscritos en los años 80.
La magistrada de la sala Comercial del Tribunal Superior de Londres Sara Cockerill dictaminó que sí es válida la demanda de CRF I contra el BNC para la recuperación de esa deuda, pero no contra el Estado cubano.
Como consecuencia de este fallo, que podría ser recurrido por las partes, la República de Cuba, a la que CRF demandó como «garante» de los títulos, ya no forma parte del proceso legal, que inició la empresa en 2020.
El juicio en Londres en principio continuará solo contra el BNC, que fue el banco central cubano hasta la creación del Banco Central de Cuba en 1997 y, en ese caso, gestionó los préstamos adquiridos en 1984 con los bancos europeos Crédit Lyonnais Bank Nederland e Istituto Bancario Italiano.
CRF, creado para invertir en deuda soberana cubana impagada, tiene una cartera de bonos que en 2017 ascendía a 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares al cambio de hoy), de los que ha empezado a reclamar una parte por la vía judicial. Está considerado el mayor tenedor de deuda cubana.
En este juicio, Cockerill concluyó que el BNC reconoció legítimamente en 2019 como acreedor a CRF, algo que el BNC y Cuba disputaban, pero actuó fuera de sus capacidades al asignar al Estado de Cuba como garante.