El cantante cubano relató a su compañero cómo es la vida en la isla y los “lujos” que tienen los colombianos frente a ellos.

En el capítulo 57 del concurso de canto La Descaga el participante Oropesa sorprendió a sus compañeros al revelarles más detalles de su vida en Cuba, su país natal, la cual no fue nada fácil para él ni para su familia. Ya en ocasiones anteriores el cantante ha expresado que desea recibir la visa de permanencia en Colombia para poder traer a su abuela a este país, pues le da miedo viajar a la isla y que no lo dejen regresar.

La situación se dio en horas de la mañana, cuando los participantes que quedan en el campamento musical estaban desayunando, pero Oropesa no comía nada, por lo que sus compañeros le preguntaron el motivo por el que no desayunaba temprano. “No me dan ganas de comer a esta hora, creo que es algo que me quedó de Cuba, de cuando vivía allá”, señaló y causó curiosidad en sus colegas.

Oropesa manifestó que, aunque en Colombia lo tiene todo, cuando vivía en Cuba muchas veces tenía que pasar hambre o decidir si desayunaba o almorzaba, pues no podía cumplir con esas dos comidas. “Ya no lo veo así, porque yo aquí tengo todo, pero me quedó esa cosa de Cuba, de si desayunar o almorzar.

Según recordó el cantante cubano, “cuando yo tenía escuela, tenía que decidir si desayunaba a las 6:00 de la mañana, o si merendaba a las 10:00 de la mañana en la escuela. Para que no me molestaran en la escuela prefería merendar allá”. Los fines de semana, que eran los días en que prefería desayunar, señaló que el desayuno de un domingo especial era “un pedazo de pan, con aceite y sal, y agua con azúcar. Ni pensar en hacerse unos huevos revueltos”, manifestó el cantante del equipo de Maía.

El hombre relató a sus compañeros que la última vez que viajó a Cuba para visitar a sus familiares, se sorprendió al recordar que en ese país comer huevos es un gran lujo para una familia, por lo que quiso darle a sus cercanos un cartón de huevos. Allí se encontró con que la caja de huevos costaba 25 dólares, es decir, más de 120.000 pesos colombianos.

“La primera vez que yo vine a Colombia me llevaron a un restaurante y me ponen un plato con un pedazo de carne de res, y yo en 23 años de vida nunca había visto la carne de res. Me puse a llorar, lloraba comiendo”, recordó el cantante. Luego manifestó que quedó sorprendido al ver que para sus acompañantes la comida era tan normal, “yo les decía ‘hay que guardar’ porque esa es la mentalidad con la que uno viene. ‘No comas tanto, esto es para la noche’ y ellos me decían ‘tranquilo, en la noche compramos más’”.