Ania Terrero es periodista y mamá de Ainoa, una niña de tres años. Escribe con frecuencia una columna editorial sobre temas de género y reconoce en ese ejercicio una herramienta para hacerse más consciente, y concienciar a las demás personas. sobre los prejuicios y desafíos que persisten al respecto en Cuba.

Como otras cubanas y cubanos, Ania los ha sufrido en carne propia a lo largo de su vida, pero de modo especial recientemente, cuando comprobó la sobrevivencia de marcados roles de género en torno a la maternidad.

Varios de los estereotipos identificados en la Encuesta Nacional de Igualdad de Género están, precisamente, vinculados a este tema. Casi el 60% de la población suscribe, por ejemplo, que los bebés necesitan más cercanía de la madre que del padre, y una cifra similar estima que las mujeres son más cariñosas que los hombres al cuidar a niñas y niños.

Pero esos tabúes no son los únicos. La misma encuesta determinó que la cantidad de personas entre 15 y 74 años reproductoras de ideas o estereotipos de género en el país supera el 95%.

El Informe Nacional de Cuba a la Cumbre Beijing +25 identifica los estereotipos de género como el primer obstáculo al propósito de avanzar con mayor celeridad hacia la igualdad entre hombres y mujeres.

Tomando como referencia ese contexto, las Naciones Unidas en Cuba dedicaron este año los 16 días de activismo contra la violencia de género* a desmontar estereotipos, y capitalizó la experiencia de periodistas y comunicadores como Ania, especialistas en género y activistas nacionales, para implementar la iniciativa Generación Igualdad – Únete desde Cuba, en conexión con la campaña global lanzada hace varios años

Construida participativamente, de conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas, y los grupos de Género y Comunicación de distintas agencias de la ONU, la propuesta incluyó audiovisuales, productos para redes sociales y un autodiagnóstico de estereotipos, como herramientas para promover el debate fundamentalmente entre el público joven.

La campaña parte de reconocer el impacto negativo de los estereotipos de género en la vida de mujeres y hombres, y los identifica como elementos catalizadores de discriminaciones y violencias.

Aunque “Generación Igualdad-Únete desde Cuba” ha irrumpido con nuevos productos en estas jornadas de activismo, en realidad la lucha contra los estereotipos de género es una meta permanente de las Naciones Unidas en Cuba.

Para Consuelo Vidal, quien fungiera hasta hace poco como Coordinadora Residente, la máxima representante de la ONU en un país, este tipo de prejuicios “naturalizan brechas de género y limitan el acceso de las mujeres a la participación, al trabajo remunerado y a sus fuentes de sustento”.

Esta opinión es compartida por su sustituto, Francisco Pichón, quien ha ratificado el compromiso de la Organización con las prioridades de género contenidas en el Marco de Cooperación, como la lucha contra los estigmas y las discriminaciones, el empoderamiento económico de las mujeres, el apoyo a servicios como los de salud sexual y reproductiva, y el acompañamiento a la formulación e implementación de políticas con enfoque de género.

Por lo pronto, la campaña Únete desde Cuba ya potencia nuevas alianzas y prevé, más allá del 10 de diciembre, sumar activistas de universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil. “

Cada vez somos más -confiesa el joven Claudio Peláez, autor de varios de los audiovisuales producidos-. Es una pelea cultural que hay que dar y la estamos dando. Basta ya de camisas de fuerza que no ayudan en nada, nos impiden disfrutar de la vida e imponen posiciones rígidas a las relaciones humanas”.